ENDORFINAS Y EJERCICIO, ¿MITO O REALIDAD?

El ejercicio estimula el desarrollo de los músculos, así como el buen funcionamiento de aparatos y sistemas del organismo, incluido el cerebro, este último recibe una adecuada oxigenación y un mejor flujo sanguíneo, lo que se a su vez genera un estado físico y psicológico que permite, facilita y estimula el desarrollo de la inteligencia. Free Image Hosting at www.ImageShack.us
El ejercicio mejora los sistemas: respiratorios, musculares, cardiovasculares, nervioso, óseo y linfático, como consecuencia aumenta la capacidad vital de los pulmones y la ventilación, lo que hace que se eleve el nivel de oxigeno en la sangre y disminuya los gases nocivos por ser mayor el ritmo cardiovascular, con el ejercicio el corazón bombea sangre a un ritmo de un 25% más cada minuto, lo que aumentan las cantidades de nutrientes y oxigeno que fluyen al cerebro, cuando el ejercicio se realiza con constancia se incrementa el número de vasos capilares lo que a su vez ayuda a que llegue una mayor cantidad de nutrientes al núcleo del sistema nervioso.

Por otro parte el ejercicio es un excelente catártico, ayuda a reducir el estrés cotidiano traduciéndose esto en una mejor actitud, mayor resistencia a la fatiga y mayor capacidad de descanso al dormir.

El ejercicio también estimula la producción de algunos neurotransmisores como la serotonina, además se logra un estado de euforia, gracias a los analgésicos naturales llamados endorfinas, aumentando entre otras cosas la autoestima.

El beneficio para la salud está en función de la duración, la frecuencia y la intensidad del ejercicio, pero cualquier actividad regular, aunque sea solo caminar, ya es beneficiosa, eso si, si por lo mínimo se hace a un ritmo rápido por lo menos 45 minutos.

La mejor medida es alcanzar una frecuencia cardiaca óptima para la edad, cosa que se puede calcular restando de 220, la edad del deportista., es decir, si tienes 50 años, tu frecuencia cardiaca no debe exceder durante el ejercicio de 170 latidos por minuto, a menos que tengas tiempo entrenando y previo a un chequeo cardiovascular. Hay que ir de menos a más y sobretodo mantener la regularidad. Para ello lo mejor es hacer una actividad placentera y que se incorpore de forma espontánea a la rutina diaria. Free Image Hosting at www.ImageShack.us

Las endorfinas son unas substancias bioquímicas analgésicas, segregadas por el cerebro, que desempeñan un papel esencial en el equilibrio entre el tono vital y la depresión. De ellas depende nuestro estado de ánimo. Son agentes bioeléctricos transmisores de energía vital; lo que vemos, oímos y sentimos es transformado por nuestro cerebro en mensajes que se encargan de crear endorfinas. Según este planteamiento científico, el dolor, el miedo y el placer se gobiernan produciendo endorfinas.”

Las endorfinas cruzan el espacio llamado sinápsis entre las células cerebrales para estimular los receptores de las células Free Image Hosting at www.ImageShack.us vecinas. Básicamente se les encuentra en el cuerpo calloso del cerebro que es el núcleo de la mayor parte de las emociones fuertes como miedo, ira, amor y depresión; y en el tálamo medio que transmite al cerebro los impulsos de dolor que se generan en el cuerpo.

Para estimular las endorfinas se recomienda:
– Hacer cualquier ejercicio en forma adecuada y periódica.
– Tomar algo de café porque a las pocas horas de tomar esta sustancia el nivel de endorfinas sube.
– Mediante el sexo también, se consigue PRODUCIR ENDORFINAS y eliminar el estrés y la depresión
– Reír diariamente y mientras más se pueda, mejor. Free Image Hosting at www.ImageShack.us
-Bailar y cantar.

Un par de investigadores ingleses encontraron algunos de esos opiáceos internos aislándolos en cerebros de cerdos. Los primeros opiáceos internos fueron cadenas de péptidos que recibieron el nombre de encefalinas, del término griego para designar al cerebro.

Posteriormente se encontraron cadenas más grandes de péptidos que resultaron ser 40 veces más poderosas que la encefalina y 100 veces más que la morfina. A éstas y otras sustancias similares que fueron descubiertas posteriormente se les llamó endorfinas, queriendo dar a entender que eran morfinas internas.

Dr. Miguel Osío Sandoval